Tenochtitlan fue una de las mayores metrópolis del mundo. Arqueólogos, historiadores y hasta programadores investigan los vestigios de la capital mexica. Gracias a nuevas tecnologías obtienen una imagen cada vez más precisa de Tenochtitlan.
Como el artista digital Thomas Kole, originario de Amersfoort, Países Bajos, que creó una detallada reconstrucción 3D de la gran Tenochtitlan, la capital del imperio Azteca, que parece una metrópoli viva. Fascinado por cómo pudo haber lucido esta ciudad construida a mano sobre un lago, Kole se inspiró mientras exploraba la Ciudad de México en Google Maps. Al no encontrar imágenes que satisficieran su curiosidad, decidió recrearlas él mismo utilizando software de código abierto como Blender, Gimp y Darktable. Durante un año y medio, en su tiempo libre, Kole se dedicó a devolverle la vida a Tenochtitlan de la manera más precisa posible, basándose en fuentes históricas, arqueológicas y en el conocimiento de muchas personas.
Tenochtitlan, fundada en 1325 en una isla del lago Texcoco, fue una de las ciudades más impresionantes del mundo precolombino. Con una compleja red de canales, templos majestuosos y una organización urbana avanzada, la ciudad representaba el corazón de la civilización mexica. Sin embargo, gran parte de lo que fue Tenochtitlan fue destruido tras la llegada de los conquistadores españoles en 1521, lo que dejó a las generaciones futuras con solo fragmentos de su grandeza original.
Thomas Kole, a través de su detallada reconstrucción digital, nos permite vislumbrar lo que pudo haber sido caminar por las calles de Tenochtitlan antes de su destrucción. Utilizando herramientas de modelado 3D y basándose en investigaciones históricas y arqueológicas, Kole ha recreado con notable precisión la arquitectura, el diseño urbano y el ambiente de la ciudad. Su trabajo no es solo una representación visual, sino una interpretación inmersiva que ofrece una nueva forma de experimentar la historia.
“Mi interés crecía conforme exploraba los mapas de Ciudad de México. En primer lugar, soy originario de Europa, donde apenas aprendemos sobre los nativos americanos y las civilizaciones precolombinas. Nos enseñan que era gente muy primitiva. Pero, conforme aprendía más sobre la capital mexica, parecía que no solo era una ciudad muy grande y organizada, sino también una de las más grandes del mundo", dice Thomas Kole,
Además, su recreación de Tenochtitlan plantea preguntas importantes sobre cómo recordamos y representamos la historia. ¿Qué significa recrear un espacio perdido? ¿Cómo influye la tecnología en nuestra percepción del pasado? Estas preguntas son esenciales en un momento en que las representaciones digitales se están convirtiendo en una parte integral de nuestro entendimiento del mundo.
La ciudad de Tenochtitlan fue fundada por los mexicas en el año 1325. Este dato está consignado en diferentes fuentes históricas; el suceso, al parecer, se debe a que, en aquel año, ocurrió un eclipse solar que duró poco más de cuatro minutos; bien sabemos que estos fenómenos, presentes en algunos mitos, tenían un significado profundo en el México prehispánico: un eclipse era la lucha del Sol en contra de los poderes nocturnos, representados en la Luna. Parece que los sacerdotes mexicas adaptaron la fecha del eclipse a la fundación de su ciudad para, de esta manera, legitimizar el acontecimiento.
Tenochtitlan, dividida originalmente en cuatro grandes barrios, llegó a tener alrededor de 175 mil habitantes. A través de diversos cronistas ha llegado hasta nosotros vasta información acerca de la vida cotidiana de sus pobladores. La arqueología ha contribuido a enriquecer el conocimento que tenemos de ella; ha podido, a lo largo del tiempo, arrancar de las entrañas de la tierra las obras materiales que quedaron sepultadas debajo de lo que hoy es la ciudad de México.
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De acuerdo con el titular del INAH, la pieza de gran formato data de, al menos 2,500 años, ya que probablemente De acuerdo con el investigador del Centro INAH Morelos, Mario Córdova Tello, esta pieza de gran formato las gestiones que actualmente conducen los equipos jurídicos de la Secretaría de Cultura federal, del
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