Hoy México está en una posición 122 respecto a las oportunidades económicas y laborales de las mujeres, un puesto bastante bajo.
La persistente brecha laboral de género provoca que, en promedio, las mujeres trabajen de manera no remunerada durante mes y medio del año, ya que ganan 77 centavos por cada dólar que reciben los hombres. A pesar de los avances hacia la igualdad en el ámbito laboral, esta disparidad sigue afectando a las mujeres en todo el mundo, incluyendo México, donde la situación es especialmente preocupante.
En México, el 62 % de la población de 15 años o más participa en el mercado laboral, cifra similar al promedio global del 60.5 %, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2023). Sin embargo, la participación femenina es notablemente menor, con solo el 46.1 % de las mujeres en el mercado laboral frente al 76.1 % de los hombres. Este porcentaje es inferior al de muchos países de América Latina, algunos con un nivel de desarrollo similar o menor que México.
A lo largo de las décadas, la participación de las mujeres ha aumentado; en 1930 representaban solo el 5 % de la fuerza laboral. No obstante, este progreso es insuficiente, ya que las mujeres continúan teniendo una mayor tasa de empleo parcial y desempleo, además de ganar menos que los hombres. La OIT ha identificado varios factores que explican esta desigualdad salarial, como el hecho de que las mujeres suelen tener trabajos a tiempo parcial con menores prestaciones, interrupciones en su carrera laboral, o enfrentan prejuicios que les impiden acceder a puestos mejor remunerados.
México ocupa el puesto 122 en cuanto a oportunidades económicas y laborales para las mujeres, una posición bastante baja. El perfil promedio de las mujeres mexicanas que participan en el mercado laboral es de 38 años y con un nivel educativo equivalente a un bachillerato trunco. En términos salariales, la OCDE indica que las mujeres ganan en promedio 34.2 % menos que los hombres, es decir, por cada 100 pesos que gana un hombre, las mujeres reciben solo 75.
Además, esta desigualdad se agrava en el sistema de pensiones. Factores como los salarios más bajos, una menor densidad de cotización (debido a la interrupción laboral y la informalidad), y una esperanza de vida mayor, generan una brecha pensionaria del 41.6 %. Esto significa que por cada 100 pesos de pensión que reciben los hombres, las mujeres obtienen solo 70.6.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, citó, si se toman en conjunto los factores de salario, densidad de cotización y esperanza de vida, la brecha pensionaria por género sería de 41.6 %: es decir, por cada 100 pesos de pensión de los varones, las mujeres recibirían 70.6 pesos.La brecha de género inicia en casa, no en el trabajo
Los factores que inciden en ello son los salarios, que son mayores para los varones; la llamada densidad de cotización, es decir, la proporción de aportaciones al sistema de pensiones, respecto del total de tiempo que el trabajador ha permanecido en el mercado laboral, y que es muy baja porque mucha gente deja de cotizar cuando tiene que “irse” al trabajo informal; y la esperanza de vida, que es mayor para ellas, y al momento del retiro están obligadas a financiar un periodo mayor.
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