Quien afirma este encabezado es el periodista, corresponsal de Proceso en Estados Unidos, Jesús Esquivel, el mismo que al circular varias versiones acerca de la captura de Ismael el Mayo Zambada, afirmó, y yo estuve de acuerdo con él, que fue una entrega negociada. Hoy, debido a una conversación entre Santiago Igartúa Scherer, editor en Jefe de Proceso Digital y Esquivel que encontré en Internet, es posible ampliar de manera razonada, su opinión sobre este acontecimiento.
Esquivel asegura que en el momento del aterrizaje de la aeronave en la que viajaron Zambada y su supuesto “captor” Joaquín Guzmán López, estaban presentes un alto funcionario de la DEA y otro del Departamento de Justicia; fue el Mayo el primero en dirigirles la palabra cuando les dijo: “Ya estoy aquí”. Posteriormente, el reportero se comunicó telefónicamente con el alto funcionario del Departamento de Justicia, testigo presencial, al que le preguntó si había sido una captura o una entrega convenida a lo que el funcionario sólo dijo: “es muy extraño” y sonrió.
Durante la charla Jesús Esquivel, argumenta, sólidamente, su idea de que el asunto tiene “todas las huellas de una entrega” concertada. Recuerda y hace énfasis en el hecho de que Jesús Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, fue testigo del Departamento de Justicia contra el Chapo Guzmán. Para ablandarlo, el primogénito del Mayo, estuvo detenido e incomunicado varias semanas en lo que llaman “el hoyo”, una celda de máximo castigo que tienen en las prisiones federales gringas para demostrar que también en “USA the wind blows” en materia de tortura.
En ese sitio Zambada Niebla, entregó a los fiscales y a los agentes de la DEA la ubicación de las casas de seguridad de su padre, las pistas clandestinas, de despegue y aterrizaje; y los teléfonos celulares con quienes se comunicaba para el trasiego de drogas y el mando de la fracción del Cártel de Sinaloa que él manejaba. Una noche lo sacaron de esa celda de castigo y los agentes de la DEA le pasaron un teléfono celular, al otro lado de la línea estaba el Mayo Zambada. Por eso, afirma Esquivel, a mí me parece muy sospechosa esta captura. Sustenta su teoría en la conjetura que desde entonces, el Vicentillo, podría haber comenzado a negociar a nombre de su padre una capitulación.
Lo siguiente es textual: “Lo que sí te puedo garantizar —le dice a su interlocutor— es que en estos momentos han de estar temblando varios expolíticos de México, entre estos Felipe Calderón, sobre todo; varios exmilitares del más alto rango en la Secretaría de la Defensa Nacional —algunos ya jubilados—; exgobernadores y otros tipos de políticos. Manlio Fabio Beltrones, me imagino que no va a poder dormir muy bien esta noche. ¿Por qué lo digo? Porque durante el juicio contra el Chapo Guzmán y el juicio contra otros capos, al Mayo Zambada se le mencionó como el ente que tenía en la nómina de pagos a funcionarios del más alto nivel del gobierno mexicano (…) Otro que ha de estar preocupado es Nemesio Oseguera Cervantes, alias el Mencho, fundador y líder del Cártel Jalisco Nueva Generación. Si hay alguien que conoce las rutas el modus operandi de las organizaciones que son contrincantes o enemigas ese hombre se llama Ismael el Mayo Zambada García y esa información a cambio de protección se las puede dar”.
Igartúa Scherer, pregunta: “¿Cómo repercute esto a la administración de López Obrador, al final de su sexenio y a él mismo? Esquivel contesta: “Pues habría que ver qué tanto pudiera decir sobre la corrupción que hubo en este sexenio, tal vez no con él, pero con mandos militares, con gobernadores, con políticos de Morena, eso es lo que no sabemos, pero de que hay narcocorrupción en este sexenio pues claro que la hay, si no, no seguiría operando el narcotráfico como está”.
Comments