Ante las advertencias de Trump, el Gobierno de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha defendido que su estrategia “humanitaria”, heredada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), ha disminuido en 76 % desde diciembre pasado el flujo diario en la frontera con Estados Unidos.
Como el Gobierno, migrantes como César Bravo, un venezolano que también tiene su cita ‘CBP One’ están a la expectativa por las decisiones que tome el mandatario estadounidense.
“No sabemos cómo va a actuar cuando agarre la presidencia, o qué medidas drásticas va a tomar, si se enfocará más en poner una ley más estricta y sea difícil el poder cruzar, sobre todo los migrantes que venimos, como en mi, caso de Venezuela pasando por situaciones difíciles, como lo fueron 10 años de una dictadura”, comentó.
Para ellos, una presidencia de Trump significa el endurecimiento de las políticas de asilo y el reinicio de medidas drásticas como las deportaciones, incluso a quienes llegaron por la vía legal, o restricciones para quienes huyen de situaciones de violencia y pobreza extrema.
“Ese es el temor principal, que una vez que estemos establecidos, puedan deportarnos, ese es el temor de nosotros. Que llegue él y ponga restricciones, bloqueos, que nos digan ‘ahora no pueden entrar porque necesitan una visa x’ o cualquier cosa que nos impida entrar, ese es el temor de nosotros”, lamentó Bravo.
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¿Dónde están los migrantes, disminuyó el flujo migratorio?
Después de alcanzar un récord a finales de 2023, el número mensual de encuentros mensuales de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos con migrantes que cruzan a Estados Unidos desde México se ha desplomado en lo que va de 2024.
La Patrulla Fronteriza registró 58.038 encuentros con migrantes que cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México en agosto, según un análisis del Pew Research Center de las últimas estadísticas gubernamentales disponibles. Eso fue una disminución del 77% con respecto a los 249,741 encuentros en diciembre de 2023, la mayor cantidad jamás registrada en un solo mes.
La disminución de los encuentros se produjo en medio de cambios de política en ambos lados de la frontera. Las autoridades de México han intensificado la aplicación de medidas para evitar que los migrantes lleguen a la frontera con Estados Unidos. Y el presidente estadounidense Joe Biden emitió una orden ejecutiva en junio que hace mucho más difícil para los migrantes que ingresan a Estados Unidos sin permiso legal solicitar asilo y permanecer en el país. El término “encuentros” puede referirse a diferentes tipos de eventos. En este análisis, se refiere a las detenciones de la Patrulla Fronteriza de migrantes que cruzan a Estados Unidos sin autorización. Estos inmigrantes son detenidos, al menos temporalmente, a la espera de una decisión sobre si pueden permanecer en Estados Unidos legalmente, por ejemplo, si se les concede asilo. Los inmigrantes a quienes no se les concede asilo suelen ser deportados.
¿Por qué ha disminuido el flujo migratorio?
El flujo migratorio hacia Estados Unidos ha disminuido recientemente, pero se argumenta que esta caída es temporal debido a las políticas represivas del gobierno mexicano, que han generado informes de abusos hacia los migrantes. Esto ha llevado a una acumulación de personas detenidas en México, lo cual se considera insostenible.Además, las políticas de línea dura implementadas por Texas no explican esta disminución ni ofrecen soluciones sostenibles. Se prevé que los niveles de migración en la frontera aumenten nuevamente en el mediano plazo, lo que podría llevar a medidas más restrictivas por parte de l gobierno de EUA, como limitar el acceso al asilo, algo que sería contraproducente y violatorio de derechos internacionales.
En 2019, el gobierno de AMLO aceptó implementar el programa "Quédate en México" (formalmente conocido como Protocolos de Protección al Migrante), que obligaba a los solicitantes de asilo en EE.UU. a esperar en México mientras sus casos eran procesados. Esto incrementó la presencia de migrantes en ciudades fronterizas mexicanas. México reforzó sus fronteras, especialmente en el sur, con la Guardia Nacional, en respuesta a presiones del gobierno estadounidense (bajo Donald Trump).
Las condiciones de los migrantes en México han sido motivo de preocupación debido a denuncias de violaciones de derechos humanos en albergues y estaciones migratorias, donde muchos enfrentan situaciones precarias. En las ciudades fronterizas, la acumulación de migrantes ha generado problemas de saturación en los servicios disponibles y tensiones sociales con las comunidades locales.
En el ámbito internacional, México ha recibido críticas por actuar como un "muro fronterizo" para Estados Unidos, especialmente tras el endurecimiento de sus políticas migratorias y su cooperación con los programas de contención de flujo. Sin embargo, también se ha reconocido su papel en recibir a miles de solicitantes de asilo rechazados por las autoridades estadounidenses, lo que subraya la complejidad y dualidad de su rol en la gestión migratoria.
Hoy muchos latinos en EE.UU. expresan a los medios estadounidenses su escepticismo sobre que Trump cumpla con sus amagos de deportaciones masivas, pero en los refugios de la frontera de México las conversaciones giran en torno a la posibilidad de que el exmandatario, al retomar el poder, sí las ejecute.
Una presidencia de Trump significa el endurecimiento de las políticas de asilo y el reinicio de medidas drásticas como las deportaciones, incluso a quienes llegaron por la vía legal, o restricciones para quienes huyen de situaciones de violencia y pobreza extrema.
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