La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Alto Representante de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, viajarán esta semana a Kyiv, para reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. La visita se producirá días después de que se encontraran decenas de muertos tras la retirada de las tropas rusas de la ciudad de Bucha.
Zelenskyy acusa a Rusia de crímenes de guerra
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, acusó el martes a los militares rusos de cometer las peores atrocidades desde la Segunda Guerra Mundial y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que las tropas del Kremlin sean juzgadas inmediatamente por crímenes de guerra.
El mandatario ucraniano hizo su petición a través de teleconferencia mientras continuaban surgiendo pruebas espeluznantes de las masacres de civiles llevadas a cabo por las fuerzas rusas en las afueras de Kiev, la capital, antes de que se retiraran.
Las imágenes, en particular de la ciudad de Bucha, han provocado repulsión mundial y han dado lugar a demandas de sanciones más duras y cargos por crímenes de guerra.
Mientras tanto, se han vuelto a abrir corredores humanitarios. Uno, quizás el más urgente, el que ya permitió la salida de unos tres mil civiles de la casi totalmente destruida ciudad de Mariúpol, al sur del país.
90 por ciento de las construcciones ya no existen. Otro corredor humanitario se ha abierto en el este, en la región de Lugansk, Prorrusa y que ha sido escenario de violentos combates entre los ejércitos de Rusia y Ucrania.
Hasta el momento, de acuerdo con el gobierno de ucrania, la guerra ha dejado un saldo confirmado de mil 400 civiles muertos y más de dos mil heridos. Cifra que debe ser mucho más alta, debido a que es imposible contar las bajas en las zonas ocupadas por Rusia.
También asegura haber eliminado a alrededor de 18 mil soldados invasores, aunque también ese número puede tratarse de una exageración. Rusia no ha dado a conocer el número de bajas de su ejército.
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