La muñeca María ahora bautizada como Lele es una práctica de artesanía tradicional en México que preserva la magia y humildad de las mujeres mazahua y otomi.
La muñeca artesanal Lelé, embajadora cultural y turística de Querétaro, se encuentra presente en los Juegos Olímpicos de Paris, al formar parte del pabellón de México instalado en esa ciudad para mostrar a los asistentes al evento deportivo parte de la riqueza artística mexicana.
La pieza se encuentra en el espacio Casa México, el cual forma parte de las “casas de hospitalidad olímpica” creadas desde la justa deportiva en Barcelona 1992, con la finalidad de convertirse en un espacio para mostrar a los visitantes, todos los aspectos culturales, comerciales o deportivos de cada país.
El pabellón de México en los Olímpicos luce además elementos arquitectónicos inspirados en las civilizaciones precolombinas, fusionados con la diversidad cultural y artística contemporánea.
El espacio tiene poco más de 1,200 metros cuadrados de exposición.
Se espera que este espacio sea visitado por algunos de los más de 3 millones de turistas que asisten a las competencias.
Asimismo, los promotores de Querétaro esperan que atletas mexicanos visiten el pabellón y promuevan la imagen de México y de Querétaro a través de sus redes sociales.
Lele
Lele es una fusión entre los ritos prehispánicos y las comunidades españolas. Se cree que las primeras muñecas fueron elaboradas con arcilla, palma y cabellos de maíz, las cuales se colocaban en las tumbas de los niños para alejar a los malos espíritus. Con la llegada de los españoles se comercializaron en los mercados como una alternativa perfecta ante los juguetes importados de España.
Lele, hoy tiene presencia en los cinco continentes, comenzó su viaje alrededor del mundo en Bakú, Azerbaiyán. La iniciativa #LelePorElMundo es la primera etapa de una serie de elementos de diplomacia pública relacionados con el ámbito local que se difundirán alrededor del orbe.
La palabra "Lele" proviene del hñahñu, idioma indígena de México, que significa “bebé”, y es originaria de Santiago de Mexquititlán, municipio de Amealco en el estado de Querétaro.
Fue nombrada Patrimonio Cultural del estado de Querétaro el 18 de abril de 2018. La muñeca se identifica por sus largas trenzas, corona de lazos de colores y su indumentaria tradicional, característica de sus creadoras que preservan su origen otomí, las cuales se expresan por medio de sus artesanías, gastronomía y festividades.
Esta muñeca artesanal representa el esfuerzo de miles de mujeres artesanas mexicanas, ya que además de Querétaro, hoy en día también se elabora en entidades federativas como el Estado de México, Hidalgo y Veracruz.
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