Los familiares de cubanos en el extranjero, fundamentalmente los de Miami, se han convertido en pieza clave de la alimentación en Cuba por la fuerte crisis económica, tanto que ya hay quien dice que para comer bien hay que tener "FE" (Familiares en el Extranjero).
Desde que en noviembre de 2020 se supo que cerraban todas las sucursales de Western Union en Cuba debido a las sanciones del gobierno del expresidente Donald Trump, muchos cubanos dentro y fuera de la isla esperan el día en que sea restablecido el canal formal que permita el envío de moneda dura a la isla.
Para algunos se trata de sobrevivir con lo que envían los parientes emigrados, mientras opositores y críticos del gobierno de La Habana aseguran que las remesas no resolverán la crisis económica que achacan al mal desempeño del gobierno comunista que lidera Miguel Díaz-Canel.
El envío de remesas en efectivo de Estados Unidos a Cuba entre 2008 y 2018 totalizó 30.000 millones de dólares, lo que convierte este activo financiero en el "salvavidas de los cubanos", según un informe publicado por THCG el pasado abril.
En cambio, según datos de Havana Consulting Group, 2021 fue el año en que Cuba recibió la menor cantidad de ingresos por concepto de remesas, con una entrada de 1,084.01 millones de dólares, desde 3,128.93 millones recibidos en 2019 a través de la sancionada FINCIMEX.
El gobierno cubano no suele ofrecer datos de las transacciones relacionadas a las remesas del exterior. En 2020, el Banco Central de Cuba (BCC) otorgó licencia operativa a la entidad RED S.A. para las operaciones de envío de remesas, tras el cierre de Western Union en la isla. Sin embargo, recientemente anunció que la empresa Orbit S. A haría esa función.
Videos caseros que circulan han expuesto el nivel de desesperación de los cubanos por obtener una porción de pollo: una bronca a puñetazos en la cola para comprar este alimento, racionado por el Gobierno a dos paquetes por cliente, ha sido el más "popular.
La economía cubana cerró 2021, el año del duro golpe de la pandemia a nivel mundial, con una inflación en los precios al consumidor del 70%, según anunció el Ministerio de Economía y Planificación en su balance anual.
Cubanos que han emigrado, muchos de ellos a Estados Unidos, suelen viajar a la isla cargados de productos de primera necesidad para aliviar las carencias de sus parientes. Algunos son contratados por agencias de viajes, que suelen utilizarlos para llevar desde medicinas hasta televisores.
A estos viajeros que regularmente van a Cuba cargando la paquetería y remesas enviadas desde Estados Unidos por medio de las agencias de viaje se les denomina popularmente como "mulas".
El denominado "periodo especial" de principios de la década de los años 90, cuando el socialismo de Europa del este desapareció y como consecuencia dejaron de entrar suministros a la isla, sentó un precedente que muchos cubanos no quisieran volver a vivir.
La alimentación de este país de 11,2 millones de habitantes depende entre 60 y un 70 % de las importaciones.
La Casa Blanca recientemente anunció la ampliación de los servicios consulares en su embajada en La Habana, con lo que daría así curso para salir del retraso en la tramitación de las visas, un proceso que quedó interrumpido tras las afecciones a diplomáticos estadounidenses debido a supuestos "ataques sónicos" conocidos como ‘Síndrome de La Habana’.
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