Apenas estamos en marzo, en el inicio de la temporada de estiaje, y la sequía ya asfixia a buena parte del país. De acuerdo con datos de Conagua, 30.4 por ciento del territorio nacional sufre sequía entre moderada y excepcional. Pero si se cuentan las áreas en condiciones anormalmente secas, el problema abarca a casi el 69 por ciento del país.
Actualmente son 531 municipios afectados por la sequía, el 21.6 por ciento del total. Hay estados que están completamente afectados por la falta de agua. Baja California padece escasez de agua en todo su territorio. En Durango, el 94 por ciento de sus municipios. En Jalisco el 87 por ciento. En Nayarit el 85 por ciento y en Zacatecas el 79 por ciento.
No solo se trata de lo grave que es no tener agua en las casas y las industrias. El ganado empieza a morir de sed, no hay manera de regar los sembradíos, lo que implica la pérdida de producción de alimentos y el entorno se ha vuelto más grave debido a que por la guerra en Ucrania se han encarecido los granos que se utilizan como alimento para los animales y los fertilizantes.
La situación es muy seria. De nosotros no dependen las lluvias, pero cada uno puede contribuir a mejorar la situación si no desperdiciamos agua. Ni una gota, porque esa gota nos hará falta mañana.
A la sequía hay que sumar los incendios forestales
115 hectáreas de selva baja, de bosque de encino y pino resultaron afectadas en el incendio del parque nacional del Tepozteco, en Morelos. La comisión nacional forestal reportó que el incendio había sido controlado. Sin embargo, mantiene un operativo de vigilancia para evitar que alguna brasa pueda reactivar el fuego.
Las autoridades plantean el cierre de la zona al turismo para evitar cualquier accidente que pueda ocasionar un nuevo incendio. En los tres meses que van del año, se han registrado más de mil doscientos incendios forestales en el país, más de cuatro mil hectáreas han sido devastadas y todavía falta mucho para que termine la temporada de incendios.
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