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La pobreza bajó, pero aumentó la pobreza extrema

El apoyo de los programas sociales a pesar de aumentar casi el doble no llega a las familias con escasos recursos desde hace cinco años, los más pobres no están incluidos.





La política pública tiene resultados todavía no cuantificados, menos eficaces o incluso, en algunos casos, negativos. A pesar de que el gasto en salud subió 60%, el desorden administrativo y presupuestario paso de tener un Seguro Popular imperfecto a no tener nada, la gente no tiene claridad de a donde asistir si se enferman, los que más sufren en la incertidumbre de salud son los más pobres.


Dentro de los seis indicadores de Derechos Sociales de la pobreza, se incluye la carencia por acceso a los servicios de salud, comprende a la población que no cuenta con adscripción o afiliación a: Seguro Popular, Instituciones públicas de seguridad social (IMSS, ISSSTE federal o estatal, Pemex, Ejército o Marina), Servicios médicos privados, o IMSS Bienestar (antes INSABI).


El año pasado se duplicó la población que enfrentó carencia de servicios de salud, al pasar de 20.1 millones de personas sin acceso en 2018 a 50.4 millones en 2022. Durante este periodo, el porcentaje de población con carencia de acceso a servicios médicos aumentó de 16.2% en 2018 a 39.1% el año pasado.10 ago 2023


El impulso del salario mínimo fue importante y acertado por que contribuyó a los ingresos y duplicó el apoyo a los programas sociales sin afectar a la inflación de tan bajo que es el incremento. El salario mínimo no le llega a los más pobres porque sólo es para la gente con un trabajo formal. entre 2018 y 2022 el mayor aumento de las remuneraciones al trabajo se dio en la ocupación informal y en el trabajo independiente, grupos que no están directamente afectados por el salario mínimo. La población ocupada formal y con trabajo subordinado, sobre la que se esperaría tuviera un impacto directo la regulación laboral, tuvo relativamente menores aumentos en sus ingresos.


También aumentó el rezago educativo. El rezago educativo también creció de 19% en 2018 a 19.2% en 2020.



En materia de desigualdad, según información del INEGI, destaca que en 2018 el 40% de las personas con menores ingresos, donde se encuentra el grueso de la población pobre, aumentó la proporción del ingreso total que percibe, de 14.2% a 15%, mientras el 10% de las personas con más ingreso lo redujo de 36.5% a 34.4%. De esta forma, los más afluentes tenían 2.6 veces la participación el ingreso del grupo más pobre y esta relación cayó a 2.3 veces. Aunque esta caída es de tomarse en cuenta, no representa una gran reducción en la desigualdad, e incluso resulta menor que la registrada entre 2016 y 2018.





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