EL PRIVILEGIO DE OPINAR
Manuel Ajenjo Enterados, mediante la exhibición de un contrato y documentos bancarios en el diario La Jornada del domingo pasado, que la denominada “Casa Gris” donde durante un año vivieron en Houston Texas, Carolyn Adams y su pareja José Ramón López Beltrán, fue rentada de manera regular; lo que contribuye a disipar la suspicacia de un posible conflicto de interés. Uno se pregunta, ¿por qué tardaron tres semanas en dar a conocer la información?
Al tener conocimiento de la existencia de dichos documentos surge otra interrogante: ¿Si las cosas son así de claras, si no ha habido en el caso de su hijo ningún influyentismo de por medio, a qué se debió el enfurecimiento del presidente López Obrador contra los periodistas y los medios que dieron a conocer el posible conflicto de interés? ¿Por qué no dejó que las calabazas se acomodaran solas al rodar la carreta? ¿Por qué no permitió, con serenidad, que la verdad saliera a flote sin que la figura presidencial se desgastara escalando la discusión? Por último, ¿por qué las pruebas —contrato de arrendamiento y cheques con el que se realizaron los pagos— a favor de Carolyn y de José Ramón no salieron a la luz de inmediato, en cuanto se difundió el asunto? Esa tardanza no esfuma del todo el tufo a corrupción. Es un hecho que la bandera con la que llegó Andrés Manuel a la Presidencia de la República fue la de combatir la corrupción hasta erradicarla. Esto hizo concebir esperanzas en la sociedad y generó votos a su favor. Sin embargo, a la mitad del camino, los ciudadanos conscientes nos hemos percatado que la promesa inicial ha perdido fuerza, se han marchitado. ¿De qué sirvió la consulta popular para juzgar a los expresidentes? Más de un analista político ha expresado su convicción sobre un pacto de impunidad entre AMLO y Peña Nieto.
Pero lo peor es que, lejos de extirparla, la corrupción se ha manifestado en el gobierno de la 4T. El pasado lunes la Auditoría Superior de la Federación informó irregularidades detectadas en el combate a la pandemia por más de 3,500 millones de pesos en pagos a proveedores, algunos duplicados en la contabilidad y otros sin acreditar lo comprado. La misma dependencia (ASF) ha descubierto posibles daños al erario por más de 10,000 millones de pesos en las obras del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y los apoyos del programa Sembrando Vida.
La derecha se congratula de manera altamente hipócrita cuando se revelan éstas factibles corruptelas. Funcionarios de sexenios anteriores identificados por los ciudadanos como corruptos hoy se rasgan las vestiduras farisaicamente. Comunicadores que en gobiernos del pasado atenuaron o silenciaron actos de corrupción hoy se escandalizan y ponen el grito en el cielo. A ellos deberíamos de decirles como dijo el argentino del viejo chiste: “Callate ché, que vos también tenés tu historia”.
Jubilados
Mi amigo el licenciado Julio Kleín, me hizo llegar la forma en que la personas jubiladas de la tercera edad emplean su tiempo: Según investigaciones de las universidades de Harvard y Salamanca, las personas jubiladas se dedican, principalmente, a las siguientes actividades: La banca; la bolsa; la investigación; el yoga; el ejercicio del trote; y la práctica de idiomas;
La banca: de los parques o de los Centros Comerciales, donde pasan sentados un buen rato del día. La bolsa: la del mandado que tienen que cargar y la de la basura que tienen que tirar. La investigación: ¿Dónde dejé las llaves? ¿Dónde puse la cartera? ¿Dónde dejaría los anteojos? ¿De qué estábamos hablando? ¿A qué vine al baño? El yoga: Yoga-sto mucho, yoga-no poco. El ejercicio del trote: Si no va rápido al baño se orina encima. La práctica de idiomas: El alemán con Alzheimer, el inglés con Parkinson, el italiano con Franco D`Terioro.
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