Las empresas mexicanas que resintieron el golpe de la apreciación del peso en sus ingresos del segundo trimestre podrían continuar viendo presiones en sus siguientes reportes financieros, a medida que se espera que la moneda continúe fortalecida los próximos meses, coincidieron analistas.
El peso mexicano se ha apreciado alrededor del 12 por ciento en lo que va de 2023. Se trata de la segunda moneda, entre un grupo de 30 divisas de economías emergentes y desarrolladas, con mejor desempeño en el año.
Si el peso mexicano sigue ganando terreno frente al dólar estadounidense, podría tener varias consecuencias económicas tanto positivas como negativas para México.
Beneficios
Mejora en el poder adquisitivo: Un peso más fuerte frente al dólar podría significar que los bienes y servicios importados desde Estados Unidos y otros países serían más baratos para los consumidores mexicanos. Esto podría aumentar el poder adquisitivo de los ciudadanos y mejorar su calidad de vida.
Menor inflación importada: Un peso fuerte también puede ayudar a reducir la inflación importada, ya que los productos importados serían más baratos, lo que a su vez puede ayudar a mantener la estabilidad de los precios internos.
Beneficio para los importadores: Los importadores mexicanos se beneficiarían al poder adquirir bienes extranjeros a un costo menor en pesos, lo que podría mejorar sus márgenes de beneficio y permitirles ofrecer precios más competitivos en el mercado local.
Deuda denominada en dólares más manejable: Si México tiene deuda denominada en dólares, un peso más fuerte haría que el servicio de la deuda sea más manejable y reduciría los riesgos asociados con la devaluación del peso.
Desafíos
Desafío para los exportadores: Por otro lado, un peso fuerte podría dificultar la competitividad de los productos mexicanos en los mercados internacionales. Las exportaciones mexicanas se volverían más caras en términos de dólares, lo que podría reducir las ganancias de los exportadores y disminuir las ventas al exterior.
Posible impacto en la industria local: Una apreciación prolongada del peso podría afectar a ciertos sectores de la industria mexicana que dependen en gran medida de las exportaciones. Podría haber una pérdida de empleos en estas industrias o una reducción de la inversión extranjera directa.
Menos ingresos del turismo: Un peso fuerte puede hacer que México sea menos atractivo para los turistas extranjeros, ya que sus gastos en el país serían más costosos en su moneda local. Esto podría impactar negativamente en los ingresos provenientes del turismo.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), además de las tasas de interés, otros factores que han propiciado esta tendencia son: la depreciación del dólar americano frente a otras monedas en el mundo; exceso de liquidez mundial; los flujos de remesas, inversión extranjera y exportaciones, lo cuál a su vez se ve beneficiado por el “nearshoring”, la relocalización en México de empresas que estaban principalmente en Asia para aprovechar la cercanía con Estados Unidos.
Es importante destacar que el tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar está sujeto a la volatilidad y puede verse influenciado por diversos factores, como las políticas monetarias y fiscales de los países, los precios de los commodities, la confianza en la economía y los flujos de inversión extranjera, entre otros. Además, la magnitud y duración de las consecuencias económicas pueden variar según la evolución de la situación económica y política tanto en México como en el resto del mundo.
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