"Esta instalación nos recuerda que hasta lo que parece más sucio e inservible puede tener un segundo ciclo y germinar en un árbol frondoso."
En Papalote Museo del Niño a partir del 5 de diciembre
El Árbol que Rueda: Arte, Sostenibilidad y Reflexión en el Papalote Museo del Niño
En la explanada del Papalote Museo del Niño, se alza una creación monumental que redefine el concepto de arte y sostenibilidad. Se trata de “Árbol que Rueda”, una obra que, lejos de estar compuesta por madera, está hecha de 70 llantas en desuso, transformadas en un símbolo de renovación y esperanza gracias a la visión artística de Betsabeé Romero.
Romero es una destacada artista mexicana contemporánea que se ha ganado un lugar único en el arte gracias a su habilidad para transformar objetos cotidianos en piezas cargadas de simbolismo que abordan identidad, memoria y tensiones sociales. Su obra fusiona tradición y modernidad, integrando elementos del folclor mexicano con objetos industriales que evocan significados culturales y políticos profundos.
Uno de los elementos centrales en la obra de Romero es el uso del automóvil y sus partes, particularmente las llantas. Estos objetos, que representan movilidad, progreso y globalización, son intervenidos para contar historias de resistencia, migración y arraigo cultural. Por ejemplo, en piezas como "Cruzando fronteras", las llantas están grabadas con patrones decorativos que evocan textiles indígenas, resignificándolas como símbolos de tránsito cultural y territorial.
Esta intervención no solo revaloriza lo industrial, sino que invita al espectador a reflexionar sobre los impactos de la modernidad en las tradiciones. Otro tema recurrente en su obra es la migración, abordada desde una perspectiva poética y crítica.
Betsabeé con su característico enfoque artístico, otorga nueva vida a los materiales descartados, invitándonos a reflexionar sobre la existencia cotidiana de los objetos. Su trabajo recuerda los "Pasajes" de Walter Benjamin, donde lo aparentemente desechado cobra nuevos significados. Este árbol no solo es un ejemplo de reutilización, sino también una metáfora poderosa: las ruedas, que en su vida útil simbolizan el movimiento y el progreso, ahora se convierten en raíces ornamentales que conectan al espectador con la tierra y con su responsabilidad hacia el medio ambiente.
En palabras de la artista:"Esta instalación nos recuerda que hasta lo que parece más sucio e inservible puede tener un segundo ciclo y germinar en un árbol frondoso."
Un Proyecto Colaborativo que Inspira Acción
La instalación de “Árbol que Rueda” forma parte del legado de la exposición temporal "RUTA 5Rs", un esfuerzo conjunto del Papalote Museo del Niño, Design Week y Comex, que subraya la importancia de la reutilización creativa. Cada llanta intervenida simboliza una oportunidad de cambio, destacando que, al igual que estas ruedas transformadas, también nosotros podemos reinventarnos para construir un futuro más sostenible.
La colaboración incluye el respaldo de empresas como Michelin y Multillantas Nieto, que se suman a esta causa en pro de un mundo con menos residuos. Esta alianza nos recuerda que el cambio no es tarea de uno solo, sino el resultado de esfuerzos colectivos por un planeta más limpio y habitable.
Una Navidad para Reflexionar y Crear Conciencia
La temporada navideña, además de ser un tiempo de celebración y convivencia familiar, es un momento propicio para reflexionar sobre los valores y el impacto de nuestras acciones. En este contexto, el Papalote Museo del Niño reafirma su compromiso con la educación y el desarrollo emocional de las niñas y los niños, buscando mantener vivas tradiciones que fomenten la creatividad, la empatía y la conciencia ecológica.
“Árbol que Rueda” es mucho más que una instalación artística; es un llamado a la acción. Cada llanta reciclada nos desafía a replantear nuestra relación con los desechos y a descubrir el potencial creativo de lo que, a simple vista, parece inútil. Así, esta obra monumental celebra la Navidad de una manera única: con un mensaje de sostenibilidad y esperanza para las generaciones futuras.
Al contemplar esta imponente estructura, el público no solo admira el talento de Betsabeé Romero, sino que también se enfrenta a la pregunta central que inspira su trabajo: ¿cómo podemos transformar nuestra vida y nuestro entorno para un mundo mejor?
Anitzel Díaz
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