¿Sabías que por una taza de café que cuesta seis dólares en Nueva York, el productor en Chiapas solo recibe 10 centavos?
El documental A Six Dollar Cup of Coffee (Una taza de café de seis dólares), dirigido por Andrés Clariond y Alejandra González, revela la marcada desigualdad en la cadena de producción del café. Aunque los consumidores pagan entre 3 y 6 dólares por una taza, los caficultores, quienes están al inicio del proceso, reciben apenas entre 3 y 10 centavos por cada taza. Estrenado en 2018, el documental se centra en una comunidad de Chiapas que lucha por producir café de especialidad dentro de un sistema globalizado, donde los márgenes para los productores siguen siendo desiguales.
¿Qué significa el café para ti?
Un café no significa lo mismo para todos. Para algunos es lo primero que se saborea por la mañana, para otros es compartir con amigos o un momento en la intimidad. Para muchos es su forma de vida, es una finca en un valle brumosos de Chiapas. La mayoría sólo con cerrar los ojos podemos evocar el aroma y un recuerdo.
Para los chiapanecos significa esfuerzo y trabajo; herencia y conquista. Hay que desmontar la selva para sembrar. Hay que dar sombra a la planta para nutrir. Hay que observar día con día los cambios para prosperar. Hay que escuchar a los vecinos para entender
El camino del cafetal al consumidor
En las montañas de Chiapas, rodeadas de ríos y una geografía desafiante, el trayecto desde la plantación hasta la taza es todo menos sencillo. Los productores de café en Chiapas enfrentan una combinación de fluctuaciones en los precios internacionales y los efectos del cambio climático, que han perturbado los ciclos de cultivo y propiciado la aparición de plagas como la roya. Sin embargo, estas comunidades cafetaleras, respaldadas por iniciativas de comercio justo y proyectos sostenibles, siguen luchando para preservar su modo de vida.
Comercio justo y sostenibilidad
El comercio justo ha sido clave para asegurar que los caficultores de Chiapas reciban una compensación adecuada por su trabajo. En un sector donde los precios son volátiles, las cooperativas y certificaciones de comercio justo han permitido que los caficultores mejoren sus ingresos y la calidad de vida de sus comunidades. La sostenibilidad también juega un papel crucial: las prácticas agrícolas orgánicas no solo mejoran la calidad del café, sino que también protegen el medio ambiente. Muchas fincas se dedican a la reforestación y al uso responsable de los recursos, ayudando a conservar los ecosistemas locales.
Un ejemplo de resiliencia
Las cooperativas de café en Chiapas representan un ejemplo claro de resiliencia frente a los desafíos económicos, sociales y ambientales. Estas cooperativas han superado retos como la volatilidad de los precios internacionales, el cambio climático y la marginación económica, adaptándose con un enfoque colectivo y sostenible.
Café La Selva: Fundada en 1980, esta cooperativa de pequeños productores indígenas ha implementado certificaciones orgánicas y de comercio justo, logrando acceder a mercados internacionales.
Tosepan Titataniske: Aunque originaria de Puebla, sirve como inspiración con su enfoque agroecológico y diversificación, fortaleciendo la resiliencia de sus miembros.
COOPCAFE: Esta cooperativa se enfoca en la producción orgánica y el comercio justo, ayudando a los productores a adoptar prácticas que mejoran tanto la calidad del café como la biodiversidad local.
Majomut: Enfrentando plagas y el cambio climático, Majomut ha implementado tecnologías sostenibles para mejorar la calidad de su producción.
Yochin Tayel K'inal: Esta cooperativa de mujeres indígenas tzeltales promueve la autonomía económica a través del café orgánico y de comercio justo.
Chiapas: tierra fértil para el café
Con su geografía montañosa y suelos volcánicos, Chiapas es una de las regiones más fértiles para el cultivo del café en México. Los cafetales, situados a más de 1,200 metros de altitud, producen café arábica de alta calidad, conocido por sus suaves notas a chocolate, nuez y cítricos.
La producción de café en la región tiene más de 140 años de historia y ha pasado de estar controlada por grandes corporaciones transnacionales a ser revitalizada por cooperativas locales. Hoy, México es el mayor productor de café orgánico a nivel mundial, y Chiapas es un pilar de esta industria.
El café mexicano en el mundo
México es el mayor productor de café orgánico a nivel mundial y se encuentra en el duodécimo lugar en la producción total de café. los principales estados productores son; Veracruz, Puebla y Chiapas. En 2023, México exportó aproximadamente 2.7 millones de sacos de café, cada uno con 60 kilogramos de café verde, lo que generó ingresos de más de 800 millones de dólares. Los principales destinos de exportación incluyen Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Japón y Canadá.
La variedad predominante es el café arábica, conocida por su calidad superior, mientras que las exportaciones de café orgánico y de especialidad han crecido, impulsadas por mercados que valoran la sostenibilidad y el comercio justo.
El café mexicano sigue siendo una referencia mundial, no solo por su sabor y calidad, sino también por la historia de esfuerzo y comunidad que representa
Anitzel Díaz
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