"Cuanto más escuches, leas o veas una noticia falsa, más probabilidades habrá de que la recuerdes".
Debido a la supuesta influencia rusa en TikTok, Rumania repite las elecciones presidenciales. En X, Elon Musk anunció su apoyo a la AfD. ¿Están las redes sociales cambiando la democracia?
El impacto de las redes sociales en la política mexicana ha transformado significativamente la manera en que los ciudadanos y los actores políticos interactúan. Desde la llegada de plataformas como Facebook, Twitter, e Instagram, estas herramientas han evolucionado de ser simples canales de comunicación a convertirse en agentes de cambio político, movilización social y formación de opinión pública. Su influencia es innegable y se manifiesta en diversos niveles.
¿Qué influencia tienen las redes sociales?
En primer lugar, las redes sociales han democratizado el acceso a la información. Antes de su auge, los ciudadanos dependían principalmente de los medios de comunicación tradicionales, como la televisión, la radio y la prensa escrita, los cuales estaban más concentrados y, en ocasiones, sujetos a intereses corporativos o gubernamentales. Las redes sociales permiten que cualquier persona, sin importar su posición socioeconómica, pueda expresar sus ideas, compartir información y denunciar injusticias. Esto ha derivado en un aumento del escrutinio público hacia los gobernantes y las instituciones, donde escándalos y controversias pueden viralizarse en cuestión de horas.
Luego están las llamadas "burbujas de filtro” en línea surgen, porque los resultados de búsqueda o el contenido están personalizados. Los algoritmos de los proveedores determinan lo que vemos. En las redes sociales, un algoritmo prioriza el contenido que ha gustado o han comentado muchos otros usuarios, pero no muestra ningún contenido ignorado con frecuencia.Esto crea una perspectiva unilateral: se fortalece la propia visión del mundo y otras cosas se ignoran, reforzando así los valores y creencias que ya nos hemos forjado.
Por eso, todos los medios de comunicación tienen muy poca influencia en las decisiones electorales, afirma Judith Möller, profesora del Instituto Leibniz de Investigación de Medios:
"La decisión de votar tiene muchas razones diferentes. Tiene que ver con dónde y cómo creciste, qué experiencias personales tuviste, en particular, en las últimas semanas antes de las elecciones, o con quién hablas sobre las elecciones y la política".
Según la profesora, "difícilmente se puede convencer a la gente de algo nuevo.
Además, las redes sociales han facilitado la organización de movimientos sociales y políticos. Ejemplos como el movimiento #YoSoy132 en 2012 demuestran cómo las plataformas digitales pueden ser utilizadas para convocar protestas y generar conciencia en torno a temas de interés nacional. Estas herramientas han permitido que grupos tradicionalmente marginados encuentren un espacio para articular sus demandas y generar presión sobre las autoridades.
No se deben ignorar los debates en las plataformas sociales, afirma Philipp Müller, asesor académico del Instituto de Estudios de Medios y Comunicación de la Universidad de Maguncia. Pero hay que clasificarlos con precision:
"En cierto modo, las redes sociales representan una visión distorsionada de la realidad. Las posiciones ignoradas, a menudo, se enfatizan demasiado y tal vez parezcan más grandes de lo que eran originalmente en el conjunto de la población".
Por otro lado, los políticos han aprendido a aprovechar las redes sociales como parte integral de sus estrategias de campaña y comunicación. Las plataformas digitales se han convertido en un canal directo para transmitir mensajes sin necesidad de intermediarios, lo que les permite conectar con los ciudadanos de manera más inmediata y personal. En este contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador es un ejemplo notable, ya que utiliza sus redes sociales como una herramienta clave para informar sobre sus actividades, responder a sus críticos y consolidar su narrativa política.
Noticias falsas, discursos de odio y brecha digital
Gestionar información falsa será aún más problemático en el futuro. Y es probable que las noticias falsas aumenten porque el consorcio Meta, como anunció su fundador, Marc Zuckerberg, renuncia a la verificación profesional de datos y bloqueará cada vez menos contenidos cuestionables.La catedrática Nicole Krämer, jefa del departamento de Psicología Social, Medios y Comunicación de la Universidad de Duisburg-Essen, afirma que las encuestas mostraron que la gente no quería verse expuesta a la desinformación. Pero si, por el contrario, la información falsa coincide con algo que ya está almacenado en el cerebro, esta se podría por lo menos considerar posible. También hay otro mecanismo en marcha, según ella:
"Cuanto más escuches, leas o veas una noticia falsa, más probabilidades habrá de que la recuerdes".
Otro desafío importante es la brecha digital, que limita el acceso a estas plataformas en ciertas regiones del país, particularmente en comunidades rurales y de bajos recursos. Aunque las redes sociales tienen un gran alcance, no todas las voces logran ser escuchadas de la misma manera, lo que perpetúa desigualdades en la participación política.
Aunque otras redes como Facebook, YouTube, y TikTok tienen gran alcance en términos de número de usuarios, Twitter destaca en la política debido a su enfoque en el contenido informativo, la inmediatez, y el carácter público de las interacciones.En México las redes sociales han cambiado profundamente el panorama político otorgando poder a los ciudadanos, transformando la comunicación política y dando lugar a nuevos retos. Su influencia continuará evolucionando en los próximos años, y será esencial encontrar un equilibrio entre aprovechar su potencial democratizador y mitigar los riesgos asociados con su uso. Para ello, será necesario fomentar una ciudadanía digital informada, una regulación ética y el desarrollo de políticas públicas que promuevan la inclusión tecnológica.
Anitzel Díaz
Con Info de agencias y DW
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