Cuando era una aventura ser periodista

"El periodismo es la profesión que más se parece al boxeo, con la ventaja de que siempre gana la máquina y la desventaja de que no se permite tirar la toalla" . Gabriel García Márquez

Las ganas de contar una historia

Los jefes del ejército de Pakistán han condenado el tiroteo de una colegiala de 14 años que hizo campaña por la educación de las niñas. Titular por el cual conocí a Malala.

Hoy conocemos a Malala Yousafzai gracias a que Adam Ellick, periodista norteamericano, hizo un reportaje sobre la educación de las niñas en Pakistan en el 99. Yo la conocí cuando el mismo Ellick se cuestionaba si él era responsable del disparo que sufrió. Después le dieron el Nobel de la Paz. Gracias a él Malala lucha, y yo conozco su lucha.

Ellick tenía un tema en mente y lo persiguió. Grandes periodistas surgieron, más que de las escuelas de periodismo, de las ganas de contar la realidad que estaban viviendo. De dejar constancia, huella de sucesos, muchos atroces. De contar historias. De contar. En el siglo pasado. No existían los creadores de contenido escondidos tras la web. No se surfeaba en línea para cazar historias de otros y redactarlas distinto. Se salía, libretita y cámara en mano, arriesgando la vida.

Pero no hay que desesperar, siguen existiendo esos aventureros que nos dan a conocer el mundo en el que vivimos. Que denuncian, que escriben, que relatan.

En 1999 Adam Ellick conoció a una jovensísima estudiante, tímida y precoz, que algún día captaría la atención del mundo. La conoció mientras mientras buscaba fuentes para comentar sobre la prohibición de la educación de las niñas en el Valle de Swat. Así llegó con el padre de Malala, Ziauddin, maestro fundador de la escuela donde asistía Malala junto con decenas de niñas.

Ellick fue testigo y documentó el surgimiento de Malala Yousafzai como defensora de la educación de las niñas en Pakistán. Tres años después, los partidarios del Talibán dispararon a Malala en la cabeza por hablar en apoyo de la educación para las niñas y contra los talibanes. En ese momento Ellick escribió un reportaje sobre la responsabilidad de los periodistas de contar la verdad contra todo.

Pulitzer

¿ Cómo comenzó? Contando una historia sobre una injusticia; una estafa. A los 17 años cuando llegó como inmigrante a Estados Unidos respondió a un anuncio en el que se ofrecía trabajo de jornalero en una plantación de azúcar a cambio de pagar una comisión de cinco dólares por cabeza. Cuarenta personas fueron engañadas y tuvieron que regresar a la ciudad caminando. El agente se había fugado con su dinero.

Walter Reuter

Aventurero, Walter Reuter, periodista alemán que tras haber logrado escapar de los campos de concentración durante el régimen nazi, llegó en 1942 como refugiado político a México, donde desarrolló un trabajo extraordinario como fotógrafo, cineasta y pionero del periodismo grá co moderno.

Hoy existe en México con el nombre del periodista un premio que recuerda el trabajo de Walter Reuter y brinda el más amplio reconocimiento al importante papel que jugó México en la política internacional, recibiendo a muchos demócratas y antifascistas de Europa en los años 30 y 40 del siglo pasado. En 2019 a el tema de la edición fue: «México, Centroamérica y Estados Unidos ante el desafío migratorio”

Hoy, temas no es que faltan. ¿Qué tal hacer un recorrido por las comunidades donde va a pasar el tren maya? tomar nuestra libretita y cámara. Una mochila al hombro y embarcarnos en la aventura de viajar y entrevistar. Con el único afán de reportar si el tren maya, en realidad, bene ciará, y ¿cómo? a esas comunidades.

México

2024 México es el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo. En este sexenio han asesinado a 44 periodistas.

En México, el periodismo sirve como arma política de todos aquellos que están en el poder. El 2022 se ha convertido en el peor año para la profesión periodística mexicana. 17 periodistas han fallecido y las previsiones para lo que queda de año no son buenas. Las condiciones laborales de los profesionales de la comunicación son muy precarias: corrupción, bajos salarios, despidos improcedentes e incluso violencia son factores a los que se enfrentan cada día los comunicadores en México.

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Anitzel Díaz