La campaña "Hecho en México", lanzada en 1978, marcó un hito en la historia económica y cultural de México. Creado por el diseñador Omar Arroyo Arriaga, el distintivo se ideó con el propósito de promover los productos nacionales y fortalecer la industria mexicana en un contexto de crecimiento y retos económicos. Desde su concepción, el logotipo ha experimentado diversas transformaciones, pero su propósito de consolidar la identidad nacional y mejorar las exportaciones ha permanecido intacto.
Orígenes de un distintivo nacional
A finales de la década de 1970, el gobierno de José López Portillo emprendió una serie de políticas para fomentar la autosuficiencia y la competitividad de la industria nacional. Como parte de estos esfuerzos, se creó el logotipo "Hecho en México", cuyo diseño original presentaba una cabeza de águila estilizada y la leyenda que identificaba la manufactura mexicana. Este símbolo buscaba no solo fortalecer la industria interna, sino también proyectar la calidad de los productos mexicanos en el extranjero, impulsando su consumo tanto dentro del país como en mercados internacionales.
Durante los primeros años de la campaña, México experimentó un crecimiento notable en sectores clave como la industria textil, automotriz y alimentaria, en gran parte impulsado por las políticas de sustitución de importaciones y la promoción de productos locales. Aunque no existen cifras exactas que vinculen directamente el aumento en las ventas con la campaña, se puede observar un crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero de alrededor del 8% anual entre 1978 y 1982.
Evolución y transformación del logotipo
El logotipo de "Hecho en México" no solo sirvió para destacar la calidad de los productos, sino también para consolidar un sentimiento de orgullo nacional. A lo largo de los años, el diseño ha sufrido varias modificaciones para mantenerse relevante. Desde su primer diseño, que utilizaba tipografías robustas y el águila estilizada, hasta la versión más simplificada de 2017, el logotipo ha evolucionado sin perder su esencia. Esta capacidad de adaptación ha sido clave para que el sello siga siendo un referente en la industria mexicana.
Impacto económico y desafíos
A pesar de los avances iniciales, la campaña enfrentó retos económicos a lo largo de las décadas. La crisis económica de 1982 y la apertura comercial de los años 90 supusieron desafíos para la industria mexicana, que se vio presionada por la competencia extranjera y la globalización. No obstante, el sello "Hecho en México" continuó siendo un símbolo de lucha por la autosuficiencia y la competitividad.
Entre 1978 y 1982, el PIB manufacturero creció a una tasa anual de aproximadamente 8% y la industria nacional experimentó una expansión debido a la inversión en infraestructura y apoyo estatal.
Según el Informe Anual 1978 del Banco de México, algunos productos agrícolas mostraron dinamismo en sus ventas. Por ejemplo, el algodón incrementó su volumen de ventas en un 43.7%, generando 308.9 millones de dólares, es decir, 113.9 millones más que el año anterior. banxico.org.mx
Empresas como Bimbo, Cemex y Grupo Modelo crecieron en este periodo, consolidando su presencia global.
Aunque estos datos reflejan un crecimiento en ciertas exportaciones agrícolas, no es posible establecer una correlación directa con la campaña "Hecho en México". Además, no se dispone de información detallada sobre el impacto en otros sectores industriales o en el consumo interno.
En los últimos años, la globalización y la liberalización del comercio mundial han traído consigo una mayor competencia. Sin embargo, el sello mexicano se ha utilizado estratégicamente para resaltar la autenticidad y calidad de los productos nacionales en mercados internacionales, lo que ha permitido a empresas como Bimbo, Cemex y Grupo Modelo consolidarse a nivel global.
El relanzamiento en 2025: una estrategia renovada
En 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el relanzamiento de la campaña "Hecho en México", una iniciativa que busca reforzar la economía nacional ante los desafíos comerciales globales, especialmente las amenazas arancelarias de países como Estados Unidos. El objetivo es promover el consumo de productos nacionales, reducir la dependencia de importaciones y fortalecer la producción local.
Este relanzamiento tiene varios objetivos estratégicos: fomentar el consumo interno, mejorar la competitividad de los productos mexicanos en el mercado global y, por supuesto, reforzar el orgullo nacional. En tiempos de incertidumbre global, esta campaña se presenta como una respuesta sólida a las presiones externas, buscando unir a los mexicanos en torno al consumo de productos locales.
El logotipo "Hecho en México" ha sido mucho más que un distintivo: es un reflejo de la evolución de la economía mexicana y su lucha por una mayor autonomía y competitividad. Aunque la campaña ha enfrentado obstáculos a lo largo de los años, su relanzamiento en 2025 refleja la importancia de fortalecer la economía interna y responder de manera efectiva a las amenazas comerciales externas. Con este nuevo impulso, México tiene la oportunidad de consolidarse como un líder económico y productor a nivel global, con el orgullo de su identidad siempre presente en cada producto marcado con el sello "Hecho en México".
Anitzel Díaz
Leer más
"...a su majestad MEZCAL de un sabor sin igual no se distingue hacia quien por su efecto letal: para todo mal mezcal y para todo bien...
ความคิดเห็น